La mañana del 11 de Septiembre de 1973, mi Abuelo Paterno
Güido Rosso Ratto, comerciante, residente junto a su familia de Valparaíso, como de costumbre llevaba a mi Abuela Paterna Alejandrina Arenas Baeza,
en su coche al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, donde desde las
08:00 de la mañana ella debía asumir su puesto de Matrona Jefa de Turno en la
cuarta planta.
Aproximadamente a las 7:30 horas, se encontraron con que una patrulla militar bloqueaba el paso de los vehículos en la Avenida Álvarez de Viña del Mar. Los Infantes de marina chilenos que conformaban la patrulla les pidieron que volvieran a su casa, aun sabiendo que el funcionamiento del Hospital es un servicio esencial. Ese día mi abuela no pudo ejercer su labor como matrona, y tampoco pudo mi abuelo volver hasta la Plaza de Recreo para abrir el Supermercado del mismo nombre, que era de su propiedad.
Esa mañana se había comenzado a realizar el Golpe Militar que terminó con el gobierno constitucionalmente elegido de Salvador Allende Gossens. Durante el resto de la mañana se fueron enterando del bombardeo de la residencia Presidencial, en la capital, Santiago de Chile. A partir de ese día y durante los próximos 17 años no se volvería a vivir en democracia.



